Peleón
Como si se tratase de una pataleta de un niño dentro de tu cabeza, así es como te puede sentar un vino peleón. Y es que aunque no se trata de un vino defectuoso, su baja calidad hace que te acuerdes de él las siguientes 24 horas. Normalmente son vinos baratos, con mal olor y mal gusto. Vamos, que no sirven ni para prepararte un tinto de verano o una sangría. Así que si topas con uno de ellos, corre, Forrest, corre.
Ahora que ya sabes más del tema, búscate tu vino.