Empezar de cero y hacer tu propio vino, es de emprendedor. Si además lo haces en una zona donde las bodegas está a la orden del día, sin duda alguna, es de valientes. Bigardo nos encanta. Un vino tinto experimental que, a pesar de su pequeña producción, en muy poco tiempo, está empezando a dejarse notar. Y es que con un original nombre sin tapujos, un muy cuidado packaging irreverente y un excelente vino con carácter Toro, el camino está marcado.

Con este tinto, Kiko, el padre del invento, plasma una idea. La idea de hacer lo que le apetece, lo que le viene en gana… Eso sí, hacienda uso de todos los conocimientos que ha ido adquiriendo en sus viajes por el mundo. Biólogo, enólogo, sommelier y sobre todo soñador, se embarca en la fascinante, pero osada aventura de hacer sus propios caldos. Un vino experimental que pasa de protocolos y se expresa a conciencia, sin complicaciones y con la verdad por delante.

Partiendo de la lógica que el vino se hace para disfrutar, Bigardo representa todo lo que su nombre expresa. Fuerte robusto y transgresor, este vino experimental promete mucho. El inicio de una incipiente carrera a la que nosotras auguramos mucho éxitos por ser cómo es. Como la vida misma. Salud!