Untuosidad
Un vino es untuoso cuando te llena la boca sin ser pesado. A su paso, es cremoso, suave y oleoso. Y el final es largo y persistente. Además, en la copa, el vino se adhiere a las paredes. Sin embargo, untuosidad no es sinónimo de añejo. Tiene que ver con la presencia de alcohol y, sobre todo, con el proceso de elaboración. Lo que sí que es cierto es que se asocia a vinos de calidad.
Ahora que ya sabes más del tema, búscate tu vino.