¿Cómo se elabora el vino blanco?
Aunque el vino blanco es tan vino como el tinto, a la hora de elaborarlo encontramos algunas diferencias.
Elaboración del vino blanco en 9 pasos
1- Vendimia
Sin materia prima no hay producto, así que una buena uva vendimiada en su momento óptimo de maduración es esencial para conseguir un buen vino.
2- Despalillado
El raspón, es decir, todo lo que no sea la propia baya hay que eliminarlo para una buena vinificación. Aunque es cierto, que en los últimos tiempos algunos enólogos empiezan a elaborar vinos con raspón incluido.
3- Prensado
Aunque también encontramos vinos blancos que se dejan macerar con sus hollejos como pueden ser los «orange wines» o vinos con lías, por regla general en el vino blanco fermenta directamente. Para ello extraer el mosto de la uva debe realizarse de forma delicada.
4- Fermentación
Una vez tenemos el mosto empieza el proceso de fermentación con levaduras autóctonas o seleccionadas (a gusto del enólogo) a una temperatura controlada entre los 13 y 15ºC.
5- Crianza
La mayoría de vinos blancos no llevan crianza, sin embargo, en el caso de que el vino dé para envejecer es el momento de introducirlo en barrica. Puede estar entre tres meses o un año.
6- Trasiego
Al igual que el vino tinto iremos cambiando varias veces de recipiente con intención de filtrar impurezas y sobre todo para airear el vino.
7- Clarificación
Aunque cada día se da menos importancia al aspecto visual del vino y nos podemos encontrar vinos turbios con impurezas, lo cierto es que la clarificación es el momento en que se limpia el vino de partículas sólidas. Esto se realiza a través de sustancias clarificantes.
8- Filtrado
Para dejar el vino completamente cristalino y con un aspecto deslumbrante, se acaba de filtrar el vino a través de una fina membrana.
9- Embotellado
Finalmente el vino se embotella. Aunque el tiempo en botella es mucho más corto que en un vino tinto, le va muy bien para asentar tanto los aromas como el gusto.