Vinyes del Terrer; los vinos de la marinada
Vinyes de terrer surge cuando la familia Morell en 1989 vuelve a los orígenes. Decide plantar viña dónde sus antecesores plantaron fruta seca.
En un principio, por un sentido práctico, se cambio la avellana por la uva. Pero con el trabajo diario padre e hijo, fueron enamorándose cada vez de los resultados. Y es que su situación geográfica a 2 km del mar nos presenta un potencial que Joan María y Eduard han sabido explotar con suma dedicación.
La clave de tan buenos resultados se esconde principalmente en la lumaquela, una piedra calcaría con fósiles marinos que invade las 7 hectáreas de finca totalmente plana. Un nutriente excepcional para las cepas, que los Morell han sabido sacarle el máximo partido en la propia viña. Encarados a mar y con brisa marina constante, estos terruños tan originales otorgan a sus vinos una personalidad única. Una intensa mineralidad, suaves toques de salitre y una frescura muy especial. Y si es verdad que el trabajo en el campo es constante y protocolario, los resultados nos llevan a tener una materia prima única.
Con una producción anual de 40.000 botellas compuesto por tres grandes vinos, esta bodega familiar quiere continuar evolucionando, no en cantidad, sino en calidad. Sus tres exponenciales, Nus del Terrer, Terrer d’Aubert y Blanc del Terrer se abren al mundo entero. Con una buena gestión comercial y unos vinos que hablan por sí solos por fin países de América, Europa y Asia ya saben que no sólo del Port Aventura vive Tarragona.