Gïk Live; el vino azul que rompe normas
Si tienes ganas de sorpresas, cógete fuerte. Lo que aquí te presentamos sale de todo lo estipulado.
Gïk live!, consiste en un proyecto muy atrevido con ganas de hacer ruido. Y es que para presentar un vino de color azul hay que tener valor, narices y sobre todo mucho descaro. La iniciativa, llevada a cabo por un grupo de jóvenes emprendedores, nace de la idea de salir de la norma.
Sin denominación alguna, este vino lo definen sus creadores como suave, dulce y fácil de beber. Fruto de dos años de investigación, el secreto del color de Gïk live se esconde principalmente en la antocianina. Se trata de un colorante natural extraído de la propia uva tinta que consigue conferir este azul índigo tan flipante.
Taig, Gorka, Artiz, Imanol, Íñigo y Jennifer son un grupo de amigos que nada tienen que ver con el mundo del vino. Procedentes del mundo del arte y la creación defienden su proyecto como un producto pensado para jóvenes de entre 25 y 35 años. Es un público que no tienen ni pajotera idea de la cultura del vino y tira básicamente de refrescos, cervezas y licores. Gïk live grita al mundo las ganas de hacer cosas diferentes, no porque toca sino porque apetece.
Gïk Live no es un vino, es una excusa para reclamar un cambio en un sector tradicional. 11’5º de vino dulce cuyo color añil se inspira en toda una teoría económica basada en la “estrategia del océano azul” de W. Chan Kim.
En la obra, su autor propone ampliar los mercados a través de la innovación y dejar las competencias. Así pues, rodeados como estamos de mares de tiburones hambrientos, que mejor que ir en busca en un océano azul cuyos peces puedan nadar a su libre albedrío.