Resaca
Sí es verdad, no todas las bebidas alcohólicas son iguales. Cuanto más azúcar y más mezclas, más te acuerdas al día siguiente. Pero lo que es evidente es que despertarte tras una noche de fiesta con ganas de beberte una fuente de agua entera, con la cabeza a punto de estallar e incluso con ganas de vomitar se debe sobre todo a haber empinado demasiado el codo. Y es que hay días que más que beber, tragamos… En estos casos hidratación y descanso son los mejores aliados.
Ahora que ya sabes más del tema, búscate tu vino.