Picado
Un vino picado se nota a mil leguas, tanto por su olor como por su sabor. Y es que solo acercarte la copa, en vez de la botella, pensarás que te has servido de la vinagrera. Si estás en casa poco podrás hacer para arreglarlo…, directo al fregadero. Pero si estás en un restaurante no te cortes y pide que te lo cambien.
Ahora que ya sabes más del tema, búscate tu vino.